Es que es increíble la facilidad que tenemos para habituarnos a cualquier estímulo. Cada vez hay que subir más el listón para que algo nos toque en el fondo. Mil gracias, Jose 🙏🏼
Tu carta denota emotividad. Desconocía por completo la existencia de las Stolpersteine, nunca había oído nada ni leído sobre ellas; pero logras transmitirme esa sensación casi palpable que generan, esos pequeños recordatorios que, en medio del ruido cotidiano, obligan a detenerse y reflexionar sobre la historia y la fragilidad humana. Me gusta cómo capturas la dualidad del tiempo: por un lado, aligeramos el peso de la vida, y por otro, nos arrastra de vuelta a episodios que no podemos permitirnos perder de vista.
Creo que ese "traspié" en el camino que mencionas -me encanta cómo lo has expresado- es, en realidad, una oportunidad para rescatar y honrar la verdad, y no dejar que la impunidad del olvido se adueñe de las lecciones del pasado.
Gracias por compartirlo y enseñarme algo que desconocía. 🤗
Gracias a ti, Jaime, por tus palabras y por tu texto, que es fantástico y conectaba muy bien (esto es sublime: «Si hay algo que permanece en nosotros, no es el cuerpo, ni siquiera la memoria, sino la forma en que habitamos el tiempo»). Debe ser que con el paso de los años cada cual acaba por tocar los mismos palos que el resto :D
Si en algún momento te tropiezas con una Stolperstein, escríbeme si quieres para comentar impresiones. Un abrazo 🙂
Solo apuntar que el buen diseño ha de cumplir una función; a veces esa función se cumple de forma transparente, a veces reclama la atención o la provoca para cumplirla. No siempre ha de pasar desparecibido, como ilustra magnificamente el artículo.
Es cierto, el diseño no siempre habla por si solo y necesita gritar para que le podamos escuchar, entre tanto ruido. Muchas gracias, José, por aportar.
Cuando diseñamos y construimos el National Memorial for Peace and Justice en Alabama hace unos años, ese era precisamente el objetivo: agitar al visitante, no dejarle indiferente. Se trata del primer memorial a las víctimas de linchamientos en EE. UU.
Qué proyecto más intenso, Francisco, casi se siente el peso emocional solo con las fotos, me gustaría visitarlo alguna vez. Enhorabuena, no debe ser fácil captar el significado de una época histórica dolorosa y convertirlo en un espacio y una forma.
En el buscador de deportados del Ministerio de Cultura, podemos conocer dos datos más. Eufemio García nació en Cañizal, provincia de Zamora.Estuvo preso en Angulema, la prisión francesa donde 2.000 exiliados españoles fueron llevados como prisioneros por los alemanes. Es escalofriante el cruce de mensajes entre Alemania y España sobre qué hacer con ellos. No se hizo nada. Acabaron en Mathausen, como mi tío abuelo Fidel Hernández, a quien mi padre debe su nombre.¿Se conocieron? ¿Comparieron barrio, miedo, esperanza por esa respuesta que nunca llegó? Siempre he intentado conocer todos los detalles de esa historia familiar y todo lo que la rodea, sin saber que mi pequeña obsesión tiene algo de “efecto sonder”, término que he conocido recientemente y que en mi caso se produce más con efecto retroactivo, sobre personas desconocidas cuya memoria me niego a que desaparezca. Conocer pequeños datos de sus vidas los vuelven a hacer tangibles, me llevan a imaginar escenarios y posibilidades y los traen de vuelta al presente. Cuantos más datos encuentro, más sobresale la piedra y más brilla el latón de la stolperstein. Gracias por tu artículo, me ha tocado muy de cerca. Nos dará para comentar mucho, amigo.
Parece que nos inmunizamos.
Indolencia me viene y no se si es correcta.
Parece que los obstáculos no son suficientes.
Como se hacen más molestos?
Gracias por compartir Iván 🙏🏼
Es que es increíble la facilidad que tenemos para habituarnos a cualquier estímulo. Cada vez hay que subir más el listón para que algo nos toque en el fondo. Mil gracias, Jose 🙏🏼
Ante todo, Iván, muchas gracias por la mención. 🙏
Tu carta denota emotividad. Desconocía por completo la existencia de las Stolpersteine, nunca había oído nada ni leído sobre ellas; pero logras transmitirme esa sensación casi palpable que generan, esos pequeños recordatorios que, en medio del ruido cotidiano, obligan a detenerse y reflexionar sobre la historia y la fragilidad humana. Me gusta cómo capturas la dualidad del tiempo: por un lado, aligeramos el peso de la vida, y por otro, nos arrastra de vuelta a episodios que no podemos permitirnos perder de vista.
Creo que ese "traspié" en el camino que mencionas -me encanta cómo lo has expresado- es, en realidad, una oportunidad para rescatar y honrar la verdad, y no dejar que la impunidad del olvido se adueñe de las lecciones del pasado.
Gracias por compartirlo y enseñarme algo que desconocía. 🤗
Gracias a ti, Jaime, por tus palabras y por tu texto, que es fantástico y conectaba muy bien (esto es sublime: «Si hay algo que permanece en nosotros, no es el cuerpo, ni siquiera la memoria, sino la forma en que habitamos el tiempo»). Debe ser que con el paso de los años cada cual acaba por tocar los mismos palos que el resto :D
Si en algún momento te tropiezas con una Stolperstein, escríbeme si quieres para comentar impresiones. Un abrazo 🙂
Estoy un poco obsesionado con la memoria últimamente, me ha gustado mucho leer esto. ¡Gracias!
Debe ser que se nos activa un yoquéséquéséyo existencial dentro que nos hace empezar a rumiar sobre estos temas. Un abrazo grande, amigo ❤️
Solo apuntar que el buen diseño ha de cumplir una función; a veces esa función se cumple de forma transparente, a veces reclama la atención o la provoca para cumplirla. No siempre ha de pasar desparecibido, como ilustra magnificamente el artículo.
Es cierto, el diseño no siempre habla por si solo y necesita gritar para que le podamos escuchar, entre tanto ruido. Muchas gracias, José, por aportar.
Muy acertado, Iván.
Cuando diseñamos y construimos el National Memorial for Peace and Justice en Alabama hace unos años, ese era precisamente el objetivo: agitar al visitante, no dejarle indiferente. Se trata del primer memorial a las víctimas de linchamientos en EE. UU.
Te dejo un link por si quieres echar un vistazo al proyecto. Como decía, la conexión con tu texto es sorprendente: https://massdesigngroup.org/work/design/national-memorial-peace-and-justice
Qué proyecto más intenso, Francisco, casi se siente el peso emocional solo con las fotos, me gustaría visitarlo alguna vez. Enhorabuena, no debe ser fácil captar el significado de una época histórica dolorosa y convertirlo en un espacio y una forma.
Muchas gracias, Iván. Estaré encantado de enseñártelo.
En el buscador de deportados del Ministerio de Cultura, podemos conocer dos datos más. Eufemio García nació en Cañizal, provincia de Zamora.Estuvo preso en Angulema, la prisión francesa donde 2.000 exiliados españoles fueron llevados como prisioneros por los alemanes. Es escalofriante el cruce de mensajes entre Alemania y España sobre qué hacer con ellos. No se hizo nada. Acabaron en Mathausen, como mi tío abuelo Fidel Hernández, a quien mi padre debe su nombre.¿Se conocieron? ¿Comparieron barrio, miedo, esperanza por esa respuesta que nunca llegó? Siempre he intentado conocer todos los detalles de esa historia familiar y todo lo que la rodea, sin saber que mi pequeña obsesión tiene algo de “efecto sonder”, término que he conocido recientemente y que en mi caso se produce más con efecto retroactivo, sobre personas desconocidas cuya memoria me niego a que desaparezca. Conocer pequeños datos de sus vidas los vuelven a hacer tangibles, me llevan a imaginar escenarios y posibilidades y los traen de vuelta al presente. Cuantos más datos encuentro, más sobresale la piedra y más brilla el latón de la stolperstein. Gracias por tu artículo, me ha tocado muy de cerca. Nos dará para comentar mucho, amigo.