§0. Una reflexión sobre palabras abandonadas.
Me despedí en julio del año pasado con la Controra y los meses han volado. Junto con otras actividades, dejé de escribir esta gaceta por darme un merecido descanso mental. Como ocurre con el «silencio de radio», necesitaba cierta tranquilidad para poder escuchar con claridad otras señales personales, más débiles pero importantes.
La cuestión es que el ser humano se acostumbra a prácticamente todo: el parón de escribir por descanso dio paso a la inercia de no escribir, pero eso no hizo que dejara de pensar recurrentemente en ello. Las ideas se me amontonaban. En mi cabeza componía frases, párrafos, cosas que expresar a partir de lo que llamaba mi atención. Sentía que necesitaba darle forma a mi curiosidad pero no encontraba una manera satisfactoria de hacerlo, como si el mero hecho de plasmarla en papel no fuera suficiente.
Era paradójico porque, aunque quisiera escribir, no sentía que tuviera nada relevante que contar, ni contarme. Acababa haciendo una pelota mental con esas frases imaginarias y las tiraba a la papelera.
Me sentía como un río calmo en la superficie pero revuelto en su fondo, con una sensación latente de intranquilidad.
Mientras tanto, sucedía algo bonito e inesperado: bastantes personas, algunas cercanas y otras solo conocidas, extrañadas por el silencio prolongado, me escribían para preguntarme si estaba bien, si me había pasado algo. Me alegraba esa muestra de cariño e interés pero también hizo aflorar un pensamiento algo inquietante: exponer públicamente nuestras ideas se ha convertido en una «prueba de vida», como si al dejar de hacerlo nuestra existencia, o una parte de ella, se diluyera. La presencia digital (por llamarlo de algún modo) se ha convertido en una enorme caldera cada vez más insaciable, cuyo combustible son nuestras palabras, nuestras imágenes, nuestras ideas e, incluso, nuestra propia identidad como individuos. Al dejar de alimentarla, puf, nos desvanecemos.
Y siguiendo la idea de la combustión, tengo la impresión de que las gacetas (me gusta más que el término newsletter) «arden» con más rapidez que los blogs, se perciben obsoletas con más facilidad, aunque su contenido no tenga caducidad e incluso mejore con el tiempo. Tal vez sea el formato, o tal vez el hecho de enviar algo por correo a un grupo de personas en un momento determinado.
Hay algo magnético en los sitios digitales desactualizados. Existe cierto paralelismo con la exploración de lugares reales abandonados, con el atractivo que genera cierta decadencia congelada en el tiempo, y la primera pregunta que surge ante ellos es obvia.
¿Por qué fueron abandonados?
En muchos blogs y páginas (algunos nacidos hace ya una década o dos) ves cómo la hierba digital ha crecido entre botones de colores chillones, enlaces azules e iconos con una señal de obra. Paseando por estas tecno-ruinas puedes desenterrar material extraordinario y rescatar ideas interesantes, muchas de ellas completamente vigentes (a fin de cuentas, ¿por qué no tendrían que serlo?). Resulta agradable pensar que mientras haya una persona dispuesta a leer, las palabras seguirán latiendo y brillando a través del polvo acumulado.
En fin, estos meses me han servido para (re)confirmar que las cosas que te hacen bien nunca debes abandonarlas por completo. Ajusta el ritmo, ajusta la frecuencia, pero no las dejes de hacer, mantenlas cerca y no las pierdas de vista. Lo mismo vale con las personas.
Mi querido Mariano me decía el otro día que escribir es como montar en bicicleta. Ahora mismo no tengo la sensación de estar agarrado con firmeza al manillar de la escritura pero será cuestión de volver a rodar para recuperar el equilibrio. Eso espero.
Gracias a quienes os habéis unido en estos meses, y gracias de corazón a todas las personas que me habéis escrito. Si hay algo bonito en el acto de escribir (y leer) es la oportunidad de establecer un vínculo con otras personas, una relación remota y silenciosa a través de las palabras, tengan estas el tiempo que tengan. Diría que ese nexo, en el fondo, es el único motivo que en realidad importa.
IMAGEN DE PORTADA: nadie como Giovanni Piranesi para representar el esplendor del abandono: Veduta dell'Arco di Tito (1760).
§1. Símbolo para el 2024: asterismo.
Casi como un capricho, cogí la costumbre de incorporar un símbolo en el título de cada número Superfluor y renovarlo cada año, siempre con cierta conexión con la intención de esta gaceta. Me atraen los símbolos porque detrás de cada uno suele haber una historia interesante, nacen con una intención de comunicación y su diseño rara vez es fruto del azar. Sus significados, usos y formas originales con frecuencia mutan o se olvidan a lo largo del tiempo, y en ese recorrido se esconden conexiones curiosas.
El 2024 será el asterismo ⁂ . En astronomía se usa para representar un conjunto de estrellas (de hecho, «estrella» procede del griego αστέρι, o «áster»). En meteorología simboliza las nevadas moderadas, y si te fijas hay bastante similitud entre un copo de nieve y una estrella. También se usa en los textos, aunque ya es poco frecuente. En los libros servía para separar ciertas partes dentro de un texto de una sección más grande. La idea es advertir a quien lee que dos partes de un texto tienen continuidad pero que en el texto posterior hay algún cambio relevante (marco temporal, la perspectiva del personaje…).
§2. Inspiración para leer.
(Por si acaso no resulta evidente, los títulos precedidos de ➼ son enlaces).
➼ Silence can be a friend
Si hay un lugar donde el silencio debe ser atronador es en medio de una enorme superficie helada y vacía. A través de la íntima relación del explorador Erling Kagge con el silencio en sus aventuras polares, este precioso artículo relata su manera de entender el silencio como una poderosa herramienta de observación, autoconocimiento y creatividad.
(Por cierto, fíjate en la url del artículo. Si le echas imaginación, le puedes sacar mucho partido a la herramienta archive.is :)
➼ Morir online
Me he acordado de este breve escrito de
al hilo de la reflexión inicial. Como él bien dice, en un mundo cada vez más vinculado a lo digital, especialmente en el ámbito profesional, el verdadero lujo, la última frontera, probablemente sea poder prescindir y borrar nuestro rastro digital.➼ La Ginestra
«Hace un año que Nacho Ginestra no está y, desde entonces, no paramos de buscar maneras de seguir teniéndole presente». En esta frase tan dura y tan bella se condensa el homenaje de la agencia &Rosàs a quien fuera su director creativo: han creado una tipografía, la Ginestra, con la que han buscado plasmar la personalidad de Nacho y expresar el cariño que le tenían. El amor que transmiten en la web todas las personas que han participado no se puede expresar con palabras.
➼ 30 años de las 10 heurísticas
30 años, nada menos, han pasado desde que
formulara sus 10 heurísticas, una de las referencias más usadas y conocidas para evaluar la usabilidad en sistemas digitales. Estos 10 puntos marcaron la manera de entender y diseñar la interacción del ser humano y la máquina. Jakob ha aprovechado el aniversario para reflexionar y explicar su proceso de investigación, salpicado de detalles interesantes (se arrepiente del término «heurística» 🫠).§3. Inspiración para ver.
➼ Ver nacer a Snoopy
Estos son 17 minutos de disfrute viendo dibujar al legendario artista Charles Schultz. No hay trazo fuera de lugar, no hay línea que no tenga sentido o intención. Ves nacer ante tus ojos a Snoopy, a Charlie Brown, a Linus (con su manta), a cada personaje expresando su propia personalidad negro sobre blanco. Y hay algo casi mejor que todo esto, y es ver a una persona disfrutando y diviertiendose con su propio proceso creativo.
➼ Diseño gráfico y gobierno
¿Cómo expresar la identidad gráfica de un gobierno? ¿Cómo proyectar la imagen de un país a través del diseño? Este vídeo desgrana la importancia del diseño gráfico gubernamental usando como referencia principal la identidad visual centralizada que se desarrolló en Holanda hace ya unos años, analizando su impacto a múltiples niveles, desde el perceptivo al económico. Con tanto despropósito gráfico «oficial» que nos encontramos en España se agradece ver un reportaje con buenos ejemplos, calidad y criterio, no solo por las la manera en que trata el tema, también por la belleza y los detalles del propio vídeo. Creo que sería gran material de referencia en las escuelas de diseño.
§4. Biblioteca Superfluor.
Los libros que forman parte de nuestra biblioteca personal definen en gran medida cómo somos, qué nos mueve y de qué manera observamos el mundo. Yo estoy orgulloso de mis libros y voy a traerlos aquí poco a poco, sea por que encaje con el espíritu del número o por simple capricho. Si tienes alguna recomendación es muy bienvenida.
#BS01
Logo Rewind: Trademarks of Medieval Norwich.
Darren Leader.
2023.
Como hoy hablamos de símbolos, marcas e identidades, este libro encajaba bien hoy. En realidad, las «marcas» siempre han formado parte del ser humano, desde que un cantero esculpía una tosca marca en una piedra o un comerciante trazaba un símbolo en sus productos para identificarlos en la bodega de un barco, o una familia trazaba una línea conectora entre generaciones a través de su blasón. Logo Rewind es un análisis de la historia y evolución de los símbolos mercantiles que durante siglos son parte integral de la ciudad inglesa de Norwich. El libro está repleto de curiosidades históricas, conexiones inesperadas y trazos extraños, tan atemporales que podrían haber sido diseñados en un estudio moderno.
Gracias por llegar hasta aquí, creo que hay suficiente material por ahora. Puedes comentar, difundir, dar al 🖤, leer números pasados si este se te ha hecho corto... lo que te apetezca, vaya, y si quieres decirme algo puedes escribirme por aquí o hola@ivanledu.com.
Nos vemos pronto en la siguiente Superfluor.
Estoy en un "bloqueo", aunque prefiero llamarlo desmotivación, y me cuesta encontrarme escribiendo. Al leerte, has hecho que recuerdo lo valioso de escribir. Toca quitarle el óxido a la bici de la escritura.
Qué ilusión volver a leerte, Iván.
Gracias.
Creo que tengo un síndrome de diógenes digital brutal del que intento hacerme cargo. A veces se me acumulan newsletters por leer en la bandeja de entrada, pero por casos como este, me alegro de contener el impulso de borrar todo y esperar al momento adecuado para leer aquellas que de verdad me interesan. Me ha encantado tu reflexión inicial Iván, me parece preciosa y definitivamente voy a guardarla para poder digerirla despacio en un momento más tranquilo. Muy contenta de poder leerte!!!