¿Cómo estás? Por si es tu primera vez aquí, me presento: soy Iván Leal y te doy la bienvenida a Superfluor, una gaceta donde interconectar ideas y recursos de los que extraer inspiración. Somos bastantes más personas por aquí desde la última vez, gracias al apoyo, la difusión y las recomendaciones de buena gente. Tanto si eres una de ellas como si te apetece serlo, GRACIAS.
§0.Una reflexión sobre agujas, relojes y egipcios.
Soy un amante de la precisión pero al mismo tiempo rehúyo un poco de ella.
Me gusta la puntualidad, los trazos nítidos, los colores sólidos (en mi cabeza son ejemplos de precisión). Me llevo mal con los decimales en los ejes X/Y (si eres diseñador/a sabrás a qué me refiero). Me atrae la precisión pero, en el caso del tiempo, no me gusta sentirme atado a él. Buena parte de mis decisiones vitales se han basado en tomar más conciencia de mi tiempo y sentirme menos esclavo de él.
Como si fuera un impulso visceral, hace poco decidí comprarme un tipo de reloj denominado monoaguja que (claro) solo tiene una aguja. La manecilla recorre una esfera que representa un día completo, las 24 horas. Mi modelo tiene finas líneas que indican los cuartos entre una hora y otra. Más allá de esto, no hay indicadores del minuto ni el segundo exacto en que te encuentras. Este es mi reloj:
Cuando usas un reloj monoaguja la sensación es curiosa, y necesitas unos días para acostumbrarte a ver el tiempo desde una nueva perspectiva. El tiempo parece ralentizarse porque la manecilla recorre todo un día. De un vistazo, tienes un vista completa de la parte del día transcurrido y del tiempo restante que tienes por delante. Me recuerda a un gráfico de tarta.
Como si fuera un reflejo de la rotación de la Tierra, la aguja no volverá a pasar por un determinado punto hasta mañana. Adquieres una dimensión más profunda de tu tiempo y de lo que quieres hacer con él, pero sin entrar en detalles.
Fueron los egipcios los que dividieron el día en 24 horas, y sin necesidad de minutos ni segundos se construyeron las pirámides. En distintas culturas se observaba el paso de las horas con la «precisión» de relojes de arena, relojes de fuego o relojes de agua (la palabra «clepsidra» me parece preciosa). Se medía el tiempo observando el recorrido de las estrellas. Los relojes con dos manecillas no nacieron hasta finales el siglo XVII, y eran tan extraños como para nosotros ver ahora un reloj monoaguja.
Y es que uno puede estar al tanto de cómo pasa el tiempo sin entrar en sus matices.
Fueron los babilonios, a partir de los sumerios y a base de contar con las falanges de los dedos de las manos, los que acabaron perfilando el sistema sexagesimal, con el que empezamos a dividir el tiempo en franjas de 60 partes. Poco a poco, con el paso del propio tiempo, nosotros mismos comenzamos a construir una jaula con barrotes hechos de minutos, segundos y milisegundos, para acabar encerrados dentro de ella.
Nos rodeamos de alarmas, notificaciones, recordatorios, de registros deportivos precisos. Nos movemos por plazos, actuamos por intervalos. Manejamos el tiempo de una manera casi obsesiva, como si esa minuciosidad a la hora de medirlo nos diera una ilusión de control sobre él. Pero, en nuestra vida cotidiana, ¿qué más da un minuto arriba o un minuto abajo? ¿Se acaba el mundo si son «casi y quince» o «más o menos y media»?
Tal vez si eres deportista olímpico y tu medalla depende de la milésima parte de un segundo, sí.
Para mí, son minucias. Aun más si pienso en las pirámides de Egipto.
Por eso me apetece volver a los orígenes del tiempo, a cambiar mi percepción sobre su ritmo. No podemos evitar que pasen las horas pero sí podemos reconciliarnos con ellas y centrarnos en lo más importante: disfrutar del tiempo sin tratar de controlarlo.
Comparte este número para que llegue a todas esas personas que no quieren sentirse amarradas a su reloj. Gracias por hacer que #Superfluor alcance a muchas más personas curiosas.
§1. Una curiosidad
A mediados del siglo XX hubo una mujer conocida como la «Dama del Tiempo de Greenwich». Se llamaba Ruth Belville y su negocio era el tiempo. Cada lunes por la mañana, la empresaria Belville calibraba su reloj con la hora del Observatorio Real de Greenwich. Con su reloj en hora oficial, se encaminaba a Londres para vender su «hora» a comerciantes, bancos, talleres de relojes y ciudadanos, que actualizaban sus relojes con el de Ruth y, por tanto, con la hora oficial de Greenwich. Estuvo haciendo este recorrido para vender tiempo hasta los 80 años de edad.
Si quieres que un día cuente toda la historia de esta señora, puedes comentarme.
§2. Un experimento
Sinfonía de Alto Ribeira nació en 1985 de la colaboración entre dos documentalistas que buscaban concienciar sobre la protección de la naturaleza brasileña, y Hermeto Pascoal, un multiinstrumentista y leyenda de la música popular de Brasil. El documental es un experimento musical que convierte en instrumentos y escenarios improvisados a los lagos, cuevas y árboles del Parque Estadual do Alto da Ribeira. Pascoal y su banda extrae notas hasta de las estalactitas formadas pacientemente a lo largo de miles de años. Como él mismo decía, cada lugar marcaba el ritmo a seguir:
We brought a church harmonium, bamboo and metal flutes, saxophones, accordions, two antique sewing machines, thirty tuned bottles of water, a ram's horn, six scythes, ten old saws, four hub caps, four automobile springs, whistles, pots and pans, shakers with clappers . . . the paraphernalia of a percussionist. I collected instruments that would make a great orchestra and, thanks to the energy of the place, the themes began to flow naturally. . . . I made it a challenge to not have any preconceived ideas before arriving in each place.
§3. Una lectura
Por qué el tiempo vuela es un libro que, sin ser sesudo, reflexiona sobre el tiempo y lo voluble que es nuestra percepción sobre él. Habla de nuestro reloj interno y sobre los relojes que nos rodean, tratando de buscar explicaciones científicas y filosóficas al tic-tac que nos acompaña. Es una buena lectura que no te genera crisis existenciales, y se agradece.
§4. Una formación sobre Diseño Verbal
Da igual si diseñamos, dirigimos equipos o trabajamos con datos. Cada día necesitamos organizar nuestras ideas, argumentar nuestras soluciones, comunicar prioridades, apagar fuegos, persuadir y convencer. Y aunque todo esto se construye con palabras, ¿dónde aprendemos a estructurar nuestros argumentos, a construir mensajes claros, precisos y efectivos que podamos aplicar en nuestro día a día? ¿Cómo lo podemos hacer aun mejor?
Este es el objetivo del programa de Diseño Verbal que impartiré en el Instituto Tramontana en septiembre. Si quieres aprender a usar las palabras como herramientas para pensar con mayor claridad, o mejorar tu forma de plasmar y comunicar tus ideas, hay una plaza disponible.
Puedes echarle un ojo al programa y, si te surgen preguntas y quieres que hablemos, escríbeme a hola@ivanledu.com y comentamos todas las dudas que tengas.
§5. Y varios materiales para pasar el verano
➼ Blum: viajar con el sonido
Me parece increíble la calidad y variedad de proyectos en los que se embarca Carmen Pacheco. Blum es una ficción sonora que Carmen ha construido junto a Manuel Bartual. Nueve capítulos con los que recorrer Suiza a través de los oídos. Te comparto la web que explica el proyecto, es muy interesante. Dan ganas de plantarse en Suiza.
➼ Voz o eco
Me gusta el estilo de escritura que tiene Lucas (aka CalvoConBarba). Es suave pero rotundo, y algunos de sus artículos dejan flotando en el ambiente un «tú verás» sin más intención, que emana de su experiencia y su ojo crítico. Te puede dejar inquieto en la silla, con tu conciencia, pensando dos veces ciertas decisiones. Creo que la reflexión de fondo de este artículo sobre comunicación e identidad debería resonar(nos).
➼ El arte de redactar un titular
Escribir un buen titular de periódico no debe ser fácil: demasiado poco espacio para ser informativo, preciso, conciso y llamar la atención del lector. A esto se suma el darle el estilo y tono propios del periódico. No sabría bien cómo traducir Headlinese, que se refiere al «arte» de componer titulares en inglés siguiendo determinadas reglas. Algún día escribiré algo en detalle sobre este asunto porque me llama la atención, pero por ahora te dejo un artículo para introducirte en el maravilloso y complejo mundo del Headlinese.
➼ Outdoor Recreation Catalogs & Magazines
En mi lista de tareas está el poner un poco de orden en todas las librerías que voy descubriendo para poder compartirlas en condiciones, tengo de todo. Hoy te traigo una biblioteca de panfletos, catálogos y revistas de distintas épocas sobre outdoor y actividades relacionadas con la naturaleza. Como mínimo es entretenido.
➼ El estado del UX Writing en español
Malko dirige con mucho cariño su newsletter Escontent, que gira en torno al UX Writing. En este número encontrarás la entrevista a varios especialistas sobre el estado de la disciplina en España y Latinoamérica. Me gustó encontrarme por sorpresa a mis queridos Carlos, Mario y Helena compartiendo su visión 👋🏼.
➼ Los mensajes de Airbnb
Y ya que hablamos de UX Writing, cierro con un artículo que explica cómo se define la voz y se diseñan los mensajes en Airbnb. Se suelen extraer ideas interesantes cuando te puedes asomar a los procesos internos de trabajo de una compañía, y en este caso es así.
Me alegra que hayas llegado hasta aquí, debe ser buena señal. Puedes darle al ❤️, comentar, leer números pasados, difundir a los cuatro vientos... lo que te apetezca, vaya.
Esta será la última Superfluor por cierre de verano, pero si quieres preguntarme algo sobre la gaceta, o contarme algo, estoy disponible en hola@ivanledu.com y en Twitter (ahí suelo compartir más cosas, por si te interesa). Pasa un buen verano y si puedes guardar tu reloj en un cajón, aun mejor.
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¿Con ganas de leer más? Aquí tienes los números anteriores y otras publicaciones. Te dejo también el propósito de esta gaceta.
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¿O quieres prescindir de Superfluor? Antes de hacerlo, te invito a leer esta reflexión. Si aun así quieres darte de baja, te deseo muy buen viaje.
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Bola extra: ¿Mi material de (tele)trabajo favorito? Aquí puedes verlo.
IMAGEN DE PORTADA: Conductor and engineer compare watches, Steamtown National Historic Site • U.S. National Park Service (1890 - 1910).
Quiero la historia completa de la dama de Greenwich, por favor!
Gracias, Iván. Recién suscrito.
Como otra lectura, en respuesta a la que tú recomendabas, El tiempo regalado de Andrea Köhler; es una disertación sobre la espera, ese momento que hoy nos empeñamos en extinguir.