¡Gracias, Matt, una historia de tu tierra :). El § es un signo para indicar distintas secciones, así que en principio se puede usar con número. El §0 tal vez no sea muy «ortodoxo» pero como la reflexión es el punto de partida me gusta que empiece todo de cero :)
Muy interesante, Iván. Siempre me ha resultado muy ilustrativa la enorme diferencia que hay entre el número de colores que percibimos y el de las palabras que empleamos para nombrarlos. Lo uso en clase para ejemplificar la capacidad de las palabras para “conducir” nuestra percepción, para simplificarla, para evidenciar que lo importante no es cómo describen el mundo sino como nos lo comunicamos entre nosotros. Evolutivamente, es más importante persuadir que entender. Geniales tus anécdotas. Gracias por la recolección y el criterio.
Me ha parecido muy buena la anécdota del Twingo y una gran lección de negociación. Pero la joya de la corona es para ese impresionante ensayo sobre la evolución del arte. Una pasada.
“este es nuestro nuevo color, el Bleu Outremer”… que bueno!
Gracias por compartir la historia de este coche tan emblemático para mi generación
Me preguntaba algo : se suele usar el §0 o “este es tu nuevo §”?
¡Gracias, Matt, una historia de tu tierra :). El § es un signo para indicar distintas secciones, así que en principio se puede usar con número. El §0 tal vez no sea muy «ortodoxo» pero como la reflexión es el punto de partida me gusta que empiece todo de cero :)
Muy interesante, Iván. Siempre me ha resultado muy ilustrativa la enorme diferencia que hay entre el número de colores que percibimos y el de las palabras que empleamos para nombrarlos. Lo uso en clase para ejemplificar la capacidad de las palabras para “conducir” nuestra percepción, para simplificarla, para evidenciar que lo importante no es cómo describen el mundo sino como nos lo comunicamos entre nosotros. Evolutivamente, es más importante persuadir que entender. Geniales tus anécdotas. Gracias por la recolección y el criterio.
Me ha parecido muy buena la anécdota del Twingo y una gran lección de negociación. Pero la joya de la corona es para ese impresionante ensayo sobre la evolución del arte. Una pasada.