Yo he identificado cierta vaina mía de recuperar los objetos perdidos de mi historia. Como se perdieron, busco el reemplazo. Entonces compré el Enrique de Plaza Sésamo que de niña regalé, conseguí un Family similar al que tuve de adolescente (la versión china del primer Nintendo) remendando mi error de botar el cassette sin juegos repetidos por uno que aparentemente tenía mil. Tengo una colección de hotwheels, y siempre me preguntaba si había un objeto perdido detrás de ese grupo de carritos. Efectivamente, estaba buscando un campero rojo gigante que tuve a los 5 años.
El revival de objetos es un fenómeno curioso, tengo la impresión de que nos sirven para reencontrarnos con ciertas emociones de momentos felices. Yo reviví la pintura de miniaturas :)
Me ha encantado el tema, lo desarrollas genial y una cosa q leí hace poco, es q las prendas q te identificas con ellas y las quieres hacer "tuyas", le quitas las etiquetas y fuera marcas. Sugerencia d Marie Kondo u otra como ella, no recuerdo bien.
Son muchas las prendas q atesoro y con las q estoy encariñada, y que, aún después d muchos años, sigo poniéndomelas. Hay cosas q son tan intemporales como nosotros queramos q sean.
Gracias Iván, me encanta como escribes. Estoy totalmente de acuerdo con este señor, tengo numerosos objetos y ropa que llevan conmigo mucho mas de 5 años, los guardo porque me gustan mucho y son de buena calidad. Hay ropa que, aunque piensas que no vas a volver a entrar en ella por talla gratamente, el tiempo ahora me dice que si y los he recuperado y estoy usando. Lo mismo me ocurre con recuerdos de mis familiares o de mi hijo siendo bebe. Son mis cosas y llevan muchisimos años conmigo y ahi seguiran. No sé que será de ellas cuando, dentro de mucho espero, yo ya me halla ido. Me gustaria pensar que alguien consevará alguno de ellos. Paz&Love
Mil gracias por tus palabras, Silvia. Comparto ese sentimiento de vínculo íntimo con ciertos objetos y no hay nada como reencontrarse con algunos de ellos pasado el tiempo o incluso volver a usarlos. Leyéndote, pienso que el texto deja sin tocar otra pregunta importante: ¿quién nos gustaría que tuviera un determinado objeto nuestro al que tenemos mucho aprecio? ¿Que fuera a cuidarlo y conservarlo como merece?
Estaba pensando en retocar un poco el diseño y hacer una versión descargable de esa tarjeta, para que quien quiera pueda imprimírsela, hace bien tenerla cerca esos consejos :)
Sin refutar el viejo consejo, que es desde luego sensato. Pero quizás hoy la brecha de precio entre tipos de producto se ha expandido mientras la rentabilidad comparada se acerca. Al margen de que casi nadie puede comprar una mesa de nogal macizo hecha por un artesano ebanista, la producción masiva (y sus consecuencias en cuanto a durabilidad y posibilidad de ser reparados) afecta tb a los objetos que antes considerábamos “de calidad”.
Si le sumas la obsolescencia programada, hay productos como electrodomésticos, línea blanca o gris de alta gama o incluso coches nuevos que no aseguran duración y disfrute prolongados a un coste mejor amortizado por el tiempo.
Como en el caso de las botas de diez dólares, en ocasiones no hay una verdadera elección y compramos lo que más se ajusta al equilibrio entre coste y duración en función de nuestro presupuesto, aunque nos quedemos con las ganas de un objeto eterno, artesanal y bello. :(
Nada de chapa, Eugenio, al contrario, es lo interesante y tocas puntos importantes.
Encontré la referencia a un estudio de la Universidad de Cambridge que analizaba el coste real de diferentes categorías de productos durante períodos de diez años. Descubrieron que, en muebles, la diferencia de coste total entre productos de gama alta y gama baja era mínima cuando se consideraba la durabilidad. En ropa, la diferencia era aún menor. A ver si encuentro la fuente directa del estudio y la comparto.
En todo esto, creo que un factor que también afecta y es el hecho de que los grandes fabricantes copan la atención y la conciencia de compra. Por inercia y facilidad pensamos en ellos por defecto, cuando hay otros pequeños o medianos fabricantes que hacen lo mismo o mejor por el mismo precio o más barato a la vuelta de la esquina. Pero claro, hay que dedicar tiempo y esfuerzo a descubrirlos y estudiarlos y no es tampoco fácil (a mí personalmente me entretienen esas «investigaciones» pero no es para todo el mundo, claro).
La obsolescencia es un factor importante que también genera desigualdad social. Aunque prácticamente toda marca juguetea con la obsolescencia, una empresa que hace productos de gran calidad y cuya prestigio depende de ello no puede permitirse apretar TANTO las tuercas del consumo como otra marca con productos más asequibles.
Pero vamos, todo acaba apuntando a lo mismo de siempre, hasta con las botas, porque el margen de elección es mínimo: quien menos tiene más se empobrece.
Mientras leía, pensaba no solo en los objetos, pero en las personas, en las rutinas y las palabras que elegimos conservar en nuestra vida. Me encantó enmarcar esas ideas para mi yo dentro de 5 años.
No hay más vida que la que construimos a base de pequeñas decisiones como esa de ¿qué quiero conservar?, ¿en que quiero invertir mis recursos (dinero, tiempo y energía)?
Hola, Iván. Cada artículo de tu gaceta lo incluimos en el Diario de Substack, porque todos son imperdibles. Lo hacemos sólo con unos pocos.
Pero, como usamos un sistema un poco automático (y coordinado un equipo de 3-4 personas), cuando vamos mal de tiempo sólo nos fijamos en el primer párrafo. Como el tuyo no es explicativo del contenido, entonces podemos poner, como hoy, algo así:
Iván Leal, en su gaceta, una vez más interconecta “ideas y recursos de los que extraer inspiración”.
Puede tener su FOMO, pero si quieres que pongamos más sustancia, sería genial que pusieras un par de frases introductorias, o de resumen.
No nos atreveríamos a decir esto si no tuviéramos algo de confianza. Y, por supuesto, tu eres amo y señor de tu gaceta, así que si crees que esto es inapropiado, lo borro.
¡Salvador! En absoluto, muchas gracias por el gesto de mencionarla en el Diario y por la labor que hacéis, os lo agradezco de corazón. Por desarrollar un poco más la definición, para que sirva de comodín y dé menos trabajo, podría valer una adaptación del About, a ver si encaja >>
La frase de Thomas Huxley «Intenta aprender algo sobre todo y todo sobre algo» expresa la esencia de Superfluor. Es un recorrido improvisado por la curiosidad y el conocimiento, un lugar en el que encontrar inspiración y estimular el pensamiento.
Otra opción es usar parte del texto de este número, creo que este párrafo lo define bien >>
En un mundo donde prima lo desechable, rodearnos de objetos que merecen perdurar nos ayuda a ser personas capaces de cuidar. Obliga a preguntarse cuánto de lo que elegimos hoy queremos que nos acompañe mañana.
Hoy por hoy mi red principal son las notas y los correos de Substack, aunque también comparto cosas en Linkedin: https://www.linkedin.com/in/ivanledu/. Tengo algunas ideas pero por ahora no abro más caminos por no cargarme de más tarea de la que ya tengo :)
Y otra pregunta importante ¿qué objetos te eligen para despertarte el interés por mantener un vínculo con ellos? ¿de dónde surge el clic que te hace fijarte en un objeto en vez de en el que está al lado?
ese es un punto enorme, Amancio... no trato de tener una respuesta pero es interesante pensar en ello. ¿Por qué nos fijamos en lo que nos fijamos? ¿Qué detalles atraen nuestra atención? Colores, formas, texturas, ángulos, proporciones, sonido, materiales... Por un lado, está nuestro criterio individual y luego lo que se define como «buen diseño» casi como si fuera un arquetipo, como si fuera una receta que combina los ingredientes multisensoriales de una forma particular que atrae a quien lo veo o lo usa.
Creo el «clic» lo hacemos por una combinación de factores pero hay ciertos aspectos que nos atraen más que otros (o que nos desagradan más que otros). Diría que parte de lo que llamamos «desarrollar el gusto» consiste en hacer un proceso consciente de identificar cuáles son esos factores, de ser capaces de verbalizarlos.
Yo también lo creo. Y además cada vez estoy más cerca de convencerme de que el ciclo de un lustro es el que marca. En los cinco primeros años de nuestra vida quedan fijados todos los rasgos de carácter que más nos marcan. A lo largo de la adolescencia primero y de la vida adulta después no hacemos otra cosa que hurgar en las razones que nos motivan, para terminar descubriendo tarde o temprano (o nunca, nunca se sabe) que en esos primeros cinco años está la clave de entendimiento.
Se complementa perfectamente también con ese otro consejo un poco más adelante: “Declara la guerra a la basura”.
Un buen cuchillo en lugar de cinco utensilios cortadores especializados. Unos buenos auriculares en lugar de sucesivos malos que se van sumando en un cajón.
No lo había visto así, los dos encajan perfectamente, Roque. Para qué tener cinco cosas que funcionan medio bien si puedes tener una que funciona a la perfección.
Tengo curiosidad por saber si su hijo siguió entonces alguno de aquellos consejos o si pensaría que son cosas «del viejo». Desde luego, con el tiempo te das cuenta del valor que tienen muchos de ellos.
Gracias por pasarte por aquí, Roque, ¡que tengas buen domingo!
"Para qué tener cinco cosas que funcionan medio bien si puedes tener una que funciona a la perfección" me ha recordado un estupendo anuncio de Edesa de 1999: https://www.librosdeleer.es/buena-publicidad/
Yo he identificado cierta vaina mía de recuperar los objetos perdidos de mi historia. Como se perdieron, busco el reemplazo. Entonces compré el Enrique de Plaza Sésamo que de niña regalé, conseguí un Family similar al que tuve de adolescente (la versión china del primer Nintendo) remendando mi error de botar el cassette sin juegos repetidos por uno que aparentemente tenía mil. Tengo una colección de hotwheels, y siempre me preguntaba si había un objeto perdido detrás de ese grupo de carritos. Efectivamente, estaba buscando un campero rojo gigante que tuve a los 5 años.
La cosa de los objetos...
El revival de objetos es un fenómeno curioso, tengo la impresión de que nos sirven para reencontrarnos con ciertas emociones de momentos felices. Yo reviví la pintura de miniaturas :)
Me ha encantado el tema, lo desarrollas genial y una cosa q leí hace poco, es q las prendas q te identificas con ellas y las quieres hacer "tuyas", le quitas las etiquetas y fuera marcas. Sugerencia d Marie Kondo u otra como ella, no recuerdo bien.
Son muchas las prendas q atesoro y con las q estoy encariñada, y que, aún después d muchos años, sigo poniéndomelas. Hay cosas q son tan intemporales como nosotros queramos q sean.
Gracias Iván, me encanta como escribes. Estoy totalmente de acuerdo con este señor, tengo numerosos objetos y ropa que llevan conmigo mucho mas de 5 años, los guardo porque me gustan mucho y son de buena calidad. Hay ropa que, aunque piensas que no vas a volver a entrar en ella por talla gratamente, el tiempo ahora me dice que si y los he recuperado y estoy usando. Lo mismo me ocurre con recuerdos de mis familiares o de mi hijo siendo bebe. Son mis cosas y llevan muchisimos años conmigo y ahi seguiran. No sé que será de ellas cuando, dentro de mucho espero, yo ya me halla ido. Me gustaria pensar que alguien consevará alguno de ellos. Paz&Love
Mil gracias por tus palabras, Silvia. Comparto ese sentimiento de vínculo íntimo con ciertos objetos y no hay nada como reencontrarse con algunos de ellos pasado el tiempo o incluso volver a usarlos. Leyéndote, pienso que el texto deja sin tocar otra pregunta importante: ¿quién nos gustaría que tuviera un determinado objeto nuestro al que tenemos mucho aprecio? ¿Que fuera a cuidarlo y conservarlo como merece?
Recién llego a Superflour y no es supérfluo...
Me ha gustado mucho
Muchas gracias, Van, ¡y bienvenida a Superfluor!
Wow! Cada frase de ese panfleto es un tesoro. Hoy me quedo con: “llama a tu madre por teléfono”.
Y respecto al artículo… quieren que creamos todo lo contrario: que el usar y tirar es buena idea. Ya sabemos que no.
La última frase es la clave de todo 🖤
Estaba pensando en retocar un poco el diseño y hacer una versión descargable de esa tarjeta, para que quien quiera pueda imprimírsela, hace bien tenerla cerca esos consejos :)
Sin refutar el viejo consejo, que es desde luego sensato. Pero quizás hoy la brecha de precio entre tipos de producto se ha expandido mientras la rentabilidad comparada se acerca. Al margen de que casi nadie puede comprar una mesa de nogal macizo hecha por un artesano ebanista, la producción masiva (y sus consecuencias en cuanto a durabilidad y posibilidad de ser reparados) afecta tb a los objetos que antes considerábamos “de calidad”.
Si le sumas la obsolescencia programada, hay productos como electrodomésticos, línea blanca o gris de alta gama o incluso coches nuevos que no aseguran duración y disfrute prolongados a un coste mejor amortizado por el tiempo.
Como en el caso de las botas de diez dólares, en ocasiones no hay una verdadera elección y compramos lo que más se ajusta al equilibrio entre coste y duración en función de nuestro presupuesto, aunque nos quedemos con las ganas de un objeto eterno, artesanal y bello. :(
(Y perdón por la chapa).
Nada de chapa, Eugenio, al contrario, es lo interesante y tocas puntos importantes.
Encontré la referencia a un estudio de la Universidad de Cambridge que analizaba el coste real de diferentes categorías de productos durante períodos de diez años. Descubrieron que, en muebles, la diferencia de coste total entre productos de gama alta y gama baja era mínima cuando se consideraba la durabilidad. En ropa, la diferencia era aún menor. A ver si encuentro la fuente directa del estudio y la comparto.
En todo esto, creo que un factor que también afecta y es el hecho de que los grandes fabricantes copan la atención y la conciencia de compra. Por inercia y facilidad pensamos en ellos por defecto, cuando hay otros pequeños o medianos fabricantes que hacen lo mismo o mejor por el mismo precio o más barato a la vuelta de la esquina. Pero claro, hay que dedicar tiempo y esfuerzo a descubrirlos y estudiarlos y no es tampoco fácil (a mí personalmente me entretienen esas «investigaciones» pero no es para todo el mundo, claro).
La obsolescencia es un factor importante que también genera desigualdad social. Aunque prácticamente toda marca juguetea con la obsolescencia, una empresa que hace productos de gran calidad y cuya prestigio depende de ello no puede permitirse apretar TANTO las tuercas del consumo como otra marca con productos más asequibles.
Pero vamos, todo acaba apuntando a lo mismo de siempre, hasta con las botas, porque el margen de elección es mínimo: quien menos tiene más se empobrece.
Maravilloso! Me ha encantado:)
Mil gracias, Grace, me alegra mucho que te haya gustado ☺️
Ese panfleto desprende sabiduría, normal que siga por esa estantería 🙂👏🏻 voy a buscar para leerlo, ¡gracias y enhorabuena!
¡Mil gracias, Ana! Si tengo un rato haré una versión descargable del panfleto, listo para imprimir, por si gustas :)
Inspirador Iván, muchas gracias!
Mientras leía, pensaba no solo en los objetos, pero en las personas, en las rutinas y las palabras que elegimos conservar en nuestra vida. Me encantó enmarcar esas ideas para mi yo dentro de 5 años.
No hay más vida que la que construimos a base de pequeñas decisiones como esa de ¿qué quiero conservar?, ¿en que quiero invertir mis recursos (dinero, tiempo y energía)?
Hola, Iván. Cada artículo de tu gaceta lo incluimos en el Diario de Substack, porque todos son imperdibles. Lo hacemos sólo con unos pocos.
Pero, como usamos un sistema un poco automático (y coordinado un equipo de 3-4 personas), cuando vamos mal de tiempo sólo nos fijamos en el primer párrafo. Como el tuyo no es explicativo del contenido, entonces podemos poner, como hoy, algo así:
Iván Leal, en su gaceta, una vez más interconecta “ideas y recursos de los que extraer inspiración”.
Puede tener su FOMO, pero si quieres que pongamos más sustancia, sería genial que pusieras un par de frases introductorias, o de resumen.
No nos atreveríamos a decir esto si no tuviéramos algo de confianza. Y, por supuesto, tu eres amo y señor de tu gaceta, así que si crees que esto es inapropiado, lo borro.
¡Salvador! En absoluto, muchas gracias por el gesto de mencionarla en el Diario y por la labor que hacéis, os lo agradezco de corazón. Por desarrollar un poco más la definición, para que sirva de comodín y dé menos trabajo, podría valer una adaptación del About, a ver si encaja >>
La frase de Thomas Huxley «Intenta aprender algo sobre todo y todo sobre algo» expresa la esencia de Superfluor. Es un recorrido improvisado por la curiosidad y el conocimiento, un lugar en el que encontrar inspiración y estimular el pensamiento.
Otra opción es usar parte del texto de este número, creo que este párrafo lo define bien >>
En un mundo donde prima lo desechable, rodearnos de objetos que merecen perdurar nos ayuda a ser personas capaces de cuidar. Obliga a preguntarse cuánto de lo que elegimos hoy queremos que nos acompañe mañana.
¡Muchas gracias y un abrazo!
OK, pondremos lo segundo que dices.
Si la próxima vez puedes poner algo del contenido al principio, sería mejor para nosotros, pero tu haz lo que quieras, faltaría más.
Al final, pusimos las dos cosas:
https://columnas.substack.com/p/un-google-para-substacksnunca-te
por cierto tienes redes con Superfluor?
Hoy por hoy mi red principal son las notas y los correos de Substack, aunque también comparto cosas en Linkedin: https://www.linkedin.com/in/ivanledu/. Tengo algunas ideas pero por ahora no abro más caminos por no cargarme de más tarea de la que ya tengo :)
Y otra pregunta importante ¿qué objetos te eligen para despertarte el interés por mantener un vínculo con ellos? ¿de dónde surge el clic que te hace fijarte en un objeto en vez de en el que está al lado?
ese es un punto enorme, Amancio... no trato de tener una respuesta pero es interesante pensar en ello. ¿Por qué nos fijamos en lo que nos fijamos? ¿Qué detalles atraen nuestra atención? Colores, formas, texturas, ángulos, proporciones, sonido, materiales... Por un lado, está nuestro criterio individual y luego lo que se define como «buen diseño» casi como si fuera un arquetipo, como si fuera una receta que combina los ingredientes multisensoriales de una forma particular que atrae a quien lo veo o lo usa.
Creo el «clic» lo hacemos por una combinación de factores pero hay ciertos aspectos que nos atraen más que otros (o que nos desagradan más que otros). Diría que parte de lo que llamamos «desarrollar el gusto» consiste en hacer un proceso consciente de identificar cuáles son esos factores, de ser capaces de verbalizarlos.
Yo también lo creo. Y además cada vez estoy más cerca de convencerme de que el ciclo de un lustro es el que marca. En los cinco primeros años de nuestra vida quedan fijados todos los rasgos de carácter que más nos marcan. A lo largo de la adolescencia primero y de la vida adulta después no hacemos otra cosa que hurgar en las razones que nos motivan, para terminar descubriendo tarde o temprano (o nunca, nunca se sabe) que en esos primeros cinco años está la clave de entendimiento.
Se complementa perfectamente también con ese otro consejo un poco más adelante: “Declara la guerra a la basura”.
Un buen cuchillo en lugar de cinco utensilios cortadores especializados. Unos buenos auriculares en lugar de sucesivos malos que se van sumando en un cajón.
No lo había visto así, los dos encajan perfectamente, Roque. Para qué tener cinco cosas que funcionan medio bien si puedes tener una que funciona a la perfección.
Tengo curiosidad por saber si su hijo siguió entonces alguno de aquellos consejos o si pensaría que son cosas «del viejo». Desde luego, con el tiempo te das cuenta del valor que tienen muchos de ellos.
Gracias por pasarte por aquí, Roque, ¡que tengas buen domingo!
"Para qué tener cinco cosas que funcionan medio bien si puedes tener una que funciona a la perfección" me ha recordado un estupendo anuncio de Edesa de 1999: https://www.librosdeleer.es/buena-publicidad/