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Hola, Iván. Aquí Blanca, cuando no tengo puesta la careta del diseño de contenidos…

Justo has tocado uno de los temas a los que le he dado más vueltas: el sonido. Lo que me obsesiona a mí más bien es el ruido y la relación entre sonido e imagen, pero bueno, al final es un todo.

La relación con el sonido es especialmente íntima (en comparación con la visión, por ejemplo) porque la manera en la que percibimos el sonido es física, no entra solo por los oídos, mientras que con lo visual no pasa eso. Tú mismo mencionas el tema de la conducción osea. Yo he trabajado mucho con ruido y soy fan del noise (igual por eso también tengo yo tinnitus) y puedo asegurar que el vapuleo físico que te da un concierto de noise es imposible de conseguir a través de ningún medio visual.

Siempre me ha resultado chocante la poca atención que se le da al sonido en términos de producto. Igual es porque soy un caso raro que viene del cine, no del diseño. Es verdad que hay productos como Pringles en el que el sonido no es casual, pero, en general, en España el sonido a nivel de diseño es como si no existiese. Fuera hay gente que ha hablado largo y tendido sobre esto, como Julian Treasure. La mayoría de formación de diseño no toca el sonido para nada y supongo que ahí es donde empieza la brecha, no sé, quizá sería interesante estudiarlo. O incluso plantear un curso sobre sonido en términos de producto, mira…

Sobre los sonidos que molestan, siempre recuerdo una frase de Merzbow, que es uno de los músicos de noise más conocidos, que decía algo así como que si el ruido es un sonido que molesta, la música pop es ruido para mí. Ese es otro jardín interesante, porque es muy raro que un color moleste. Me refiero a que moleste de verdad, físicamente, no a que te pueda parecer feo o mal combinado, mientras que un sonido que para una persona es placentero para otra puede ser una pesadilla.

Sobre el tema del sonido como arma, aquí han llegado a usarse LRADs para disolver manifestaciones, que es una burrada. Aparte ya de que pueda dañar los oídos, es que lo mismo lo oyen los manifestantes que el vecino de enfrente. O los «mosquitonos» para espantar a los adolescentes, hablando de diseños supuestamente para el civismo que en realidad son armas de tortura. Y ya que me ha venido a la cabeza la tortura a través de medios sonoros, es también otra caja de Pandora cómo se ha usado en interrogatorios, cárceles, etc. Todo esto en el mundo supuestamente civililzado de occidente… que parece que el diseño de sonido solo nos importe para hacer el mal.

Bueno, estoy escribiendo un poco ideas al tuntún, así que no me enrollo más, pero gracias por hablar de sonido.

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